GORT, GEERTJE
Como a Santi sólo le gusta comer sándwiches, su tía le cuenta lo que les ocurre a los niños que comen poco. Él no cree en esas cosas, pero por si acaso, pide a su padre que le escriba una carta. Y así, inicia una ingenua correspondencia con el Coco, que le lleva a descubrir otros sabores y a desmitificar esta oscura figura de la tradición oral.