La gestión de la memoria es parcial, y por ello los olvidados de la historia han sido sistemáticamente condenados o ninguneados. Y en una sociedad en que la violencia y la persecución estaban institucionalizadas en todos los escenarios, los ha habido de todo tipo: víctimas por razón de fe, por identidad sexual, por pensar libremente, por equivocarse en su apuesta política, por desubicados, por desdichados... Detrás del eco de la leyenda negra se oculta el fracaso espectacular de la historia oficial, y estas páginas constituyen un alegato a favor de aquellos seres marginales que hasta ahora han sido sombras de la historia. De la mano de los mejores historiadores, en este quinto volumen nos aproximamos a los donjuanes, bígamos y libertinos, quebrantadores de las normas del matrimonio cristiano, esencia de la estabilidad del sistema; y a los gitanos que, a pesar de su persecución y marginación, sedujeron a muchos de sus contemporáneos.