KARMELO C. IRIBARREN / IRIBARREN, KARMELO C.
KARMELO C. IRIBARREN (Donosti, 1959) creció escribiendo poemas quenadie leía, andando caminos que nadie recorría y rimando a su putabola. Si hay quien escribe poniendo artificios, él lo haceapartándolos. En Karmelo, como en ciertos paisajes, menos es más.Comienza el poema así, con «Un paquete de Winston, tres cafés y no sécuántos folios». Sigue como si nada. Poda adjetivos. Le sobra todo. Yahí, en pelotas, se la juega en tres palabras. Es un trallazo desnudo. Sabes que ha llegado a traición al hueso porque toca el tuyo.Karmelo nos recuerda que no solo somos las cosas que nos pasan, sinosobre todo las que no nos pasan. Somos los trenes que no cogimos. Losamores que no tuvimos. Las veces que preferimos quedarnos quietos. Esa noche en que no nos atrevimos. El rato en que preferimos contar hasta diez. Todas esas tardes en que pasamos de largo. Le debe más a Celaya o a Gil de Biedma que a los críticos que antaño le negaban todo. Noes amigo de pintar la mona. Mira mucho al mar. Cambiaría algunosversos biográficos. Es lija y es seda. Y yo conozco a una legión denuevos (y viejos) lectores de poesía que lo llevan sie