En el imaginario mundo de Mila, es posible surcar los cielos y las profundidades del océano en una caja de cartón. Aunque a veces los grandes no lo comprendan, una caja puede ser mucho más que una caja.
Artículos relacionados
Vista previa: ¡NO ES UNA CAJA, MAMA!
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.