Recientemente, a instancias de dos de sus hijos, empezó a redactar sus recuerdos.¿Para qué? Pues para experimentar muchas sensaciones dormidas, darle movimiento al cerebro y voluntad al vivir. Pero sobre todo para regalar a sus hijos, nietos, bisnietos, descendientes y lectores este ramillete de aromas del pasado, este airecillo fresco. Para que con los sabores y los olores de otras épocas recuperemos la ternura que aún late y parpadea en nuestro interior haciendo resurgir el familiar y entrañable tesoro de ideas e ilusiones.
Recientemente, a instancias de dos de sus hijos, empezó a redactar sus recuerdos.¿Para qué? Pues para experimentar muchas sensaciones dormidas, darle movimiento al cerebro y voluntad al vivir. Pero sobre todo para regalar a sus hijos, nietos, bisnietos, descendientes y lectores este ramillete de aromas del pasado, este airecillo fresco. Para que con los sabores y los olores de otras épocas recuperemos la ternura que aún late y parpadea en nuestro interior haciendo resurgir el familiar y entrañable tesoro de ideas e ilusiones.