HAHN, CYRIL / CYRIL HAHN
El lobo feroz está harto de acabar en manos del cazador en todos los cuentos. Esta vez está seguro de que
atrapará por fin a los tres cerditos, Nano, Tato y Lalo. Los dos primeros se construyen casas muy débiles,
de papel y de cartón, y el lobo se los come. Pero Lalo es más listo. Construye un edificio en la ciudad. El
lobo no lo encuentra, así que sopla y sopla hasta derribar todos los edificios, sólo el de Lalo resiste. A la
policía no le hace ninguna gracia, y el lobo feroz acaba entre rejas.