MAYORGA, JUAN
Juan Mayorga: «Veo en Teresa una insurrecta, un ser a contracorrienteen su tiempo y en el nuestro. Hoy como entonces, Teresa es extraña yfascinante; hoy como entonces, asombran su voluntad y su palabra, tanviolentamente hermosa. Esta noche la visita su enemigo más íntimo: elInquisidor. El combate tiene lugar en la cocina del convento. Allí,entre pucheros, anda Dios».Marina Garcés: «Todo se juega en ellenguaje, finalmente. De los ojos a la boca, las visiones y sudesorden toman cuerpo en la lengua que se atreve a decirlas. Es esalengua en pedazos que no obedece a ningún orden establecido de lodecible. Lengua cortada por el espasmo de la enfermedad, cortada porel dolor de "un espíritu que corta el cuerpo" y por un amor que lahiere y la enciende: "Ni puede la palabra recoger tanto amor, pues,como fuego que arde demasiado, no cabe a la palabra contener lallama". ¿Qué dice entonces? "La lengua está en pedazosy es solo elamor el que hablaö».