Una obra valiente y necesaria, que presenta a Europa como una ética de comportamiento.
Una enorme grieta, que se abre a lo largo de los Pirineos, separa del resto de Europa a la Península Ibérica. Convertida en una inmensa isla flotante, se desliza hacia el sur en busca de la utopía, del encuentro cultural con los pueblos del otro lado del Atlántico, desafiando el dominio que Estados Unidos ejerce sobre el continente americano...
Una grieta abierta espontáneamente a lo largo de los Pirineos provoca la separación física de la península ibérica, que se aleja de Europa flotando en el Atlántico.La balsa de piedra es, en palabras del propio autor «una novela profundamente ibérica», relativa a «Portugal y al conjunto de los pueblos españoles, que siento que comparten una cultura común, una cultura que no es rigurosamente europea: es otro mundo, un mundo con un carácter tan fuerte, tan propio, que los pueblos de la Península deberían hacer un gran esfuerzo de entendimiento mutuo para resistir a las presiones de la cultura europea, que no es sino la cultura de los tres países dominantes, Francia, Alemania e Inglaterra.»La maestría expresiva de José Saramago sirve, pues, aquí a un audaz planteamiento narrativo que, en la mejor tradición de Swift o de H.G. Wells, apunta al centro mismo de una verdadera «cuestión palpitante»: las relaciones de los pueblos ibéricos con Europa.