Índice
Prólogo
I. La experiencia histórica de lo ético
1. La antigüedad
2. La ética clásica
3. La ciudad de Dios
4. Los estados soberanos
5. La domesticación democrática de Leviatán
6. Más allá de la utilidad
II. Tres crisis de la modernidad
7. La revolución pendiente
8. Posmodernismo y globalización
III. Lo que no podemos perder
9. Cuenta de resultados
IV. Lo que hay que hacer
10. Correcciones necesarias de la herencia
11. La tarea
V. Introducción a la bioética
12. La Declaración de Belmont de 1978 y su desarrollo
13. La persona
Conclusión
La biogenética actual impone preguntar: ¿Qué podemos lícitamente hacer? ¿A qué estamos obligados? ¿Hay que prohibir o permitir? Ante estas dudas, los filósofos no disponen de pautas de conducta eternas aunque sí pueden recomendar algunos códigos respetables.
Este libro invita a repensar la ética. Nos recuerda cómo estuvo relacionada con la política durante la antigüedad y el medioevo, hasta que Hobbes y Maquiavelo comenzaron a desvincular la política de la moral cristiana y a orientarla hacia la paz civil. Locke, Rousseau, Kant y la Revolución francesa contribuyeron a la domesticación democrática del Estado moderno, a la exaltación de la dignidad humana y su vinculación a la autonomía moral y la soberanía política. Después de la revolución social, el posmodernismo y la globalización, la tarea pendiente será instaurar una civilización humana planetaria de cooperación entre iguales-distintos. En este recorrido queda patente que los códigos morales no son invariables y el autor defiende que hoy la fuente de las obligaciones éticas debe ser la autonomía moral.
Desde una precisión de la noción de persona y rechazando todo paternalismo absolutista, tanto al nivel político-jurídico como médico, el autor analiza problemas como el acto generativo, el aborto, la vejez, la eutanasia y el suicidio. Una reflexión serena sobre el sentido de la existencia humana concluye esta excelente definición de la historia y los alcances actuales de una Ética para la Bioética.