GERMA BEL
De cómo una modesta ciudad del centro peninsular, Madrid, se convierte, en tres siglos, en capital indiscutida de España.
Este es el relato de un viaje, no exento de sorpresas, por los tres últimos siglos de la historia de España. El autor se remonta a 1561, cuando Madrid, una modesta ciudad del centro peninsular, es designada sede permanente de la Corte de los Austrias. Pero el recorrido se inicia propiamente a principios del siglo XVIII, cuando, tras la Guerra de Sucesión, Madrid deviene capital política, y el kilómetro cero de las comunicaciones españolas. La apoteosis del nuevo Estado radial llegará en las últimas décadas, con la consagración de la capitalidad económica de Madrid, convertida fi nalmente en capital total. Esto es, en el París de España, el mismo que soñaron desde nuestros primeros monarcas borbónicos hasta ilustres reformadores de la España contemporánea.
Este es el relato de un viaje, no exento de sorpresas, por los tres últimos siglos de la historia de España. El autor se remonta a 1561, cuando Madrid, una modesta ciudad del centro peninsular, es designada sede permanente de la Corte de los Austrias. Pero el recorrido se inicia propiamente a principios del siglo XVIII, cuando, tras la Guerra de Sucesión, Madrid deviene capital política, y el kilómetro cero de las comunicaciones españolas. La apoteosis del nuevo Estado radial llegará en las últimas décadas, con la consagración de la capitalidad económica de Madrid, convertida finalmente en capital total. Esto es, en el París de España, el mismo que soñaron desde nuestros primeros monarcas borbónicos hasta ilustres reformadores de la España contemporánea.