CORRALES A.DE J. / ANTONIA DE J. CORRALES FERNÁND
Cuando está en la cima de su carrera como escritor de suspense, Abelardo Rueda, se ve involucrado en una serie de asesinatos que siguen escrupulosamente la trama de su última obra, aún inédita y cuyo argumento sólo conoce él. Tras cada una de las muertes hay algo más que la barbarie de un asesino en serie; tras los anónimos, algo más que citas bíblicas. Los homicidios esconden un escalofriante secreto, una información a la que el escritor tuvo acceso tras sus investigaciones sobre Felipe II y El Real Monasterio de El Escorial. Esa información, junto a un secreto íntimo, que no puede desvelar, harán que su vida dé un giro vertiginoso y nefasto, sumergiéndole en un laberinto donde cualquiera pueden ser víctima o verdugo.
Cuando está en la cima de su carrera como escritor de suspense, Abelardo Rueda, se ve involucrado en una serie de asesinatos que siguen escrupulosamente la trama de su última obra, aún inédita y cuyo argumento sólo conoce él. Tras cada una de las muertes hay algo más que la barbarie de un asesino en serie; tras los anónimos, algo más que citas bíblicas. Los homicidios esconden un escalofriante secreto, una información a la que el escritor tuvo acceso tras sus investigaciones sobre Felipe II y El Real Monasterio de El Escorial. Esa información, junto a un secreto íntimo, que no puede desvelar, harán que su vida dé un giro vertiginoso y nefasto, sumergiéndole en un laberinto donde cualquiera pueden ser víctima o verdugo. Una trama trepidante donde el lector se convierte en analista. Una partida de ajedrez literaria que termina con un jaque mate inesperado. CUANDO VIO EL CADÁVER DEL AMA DE LLAVES, ABELARDO RUEDA NO PUDO CAMBIAR SUS PENSAMIENTOS...Aquello era la versión real del primer asesinato de una de sus obras. De su última novela de suspense, cuyo argumento sólo conocía él y, en parte, su esposa. Tras la terrible visión del crimen, surgieron las sospechas, las dudas y el miedo. Aquel presentimiento nefasto, que le perseguía desde su cambio de residencia, volvió. El escritor temió que aquello sólo fuese el comienzo de una serie de asesinatos, la serie de homicidios que él había descrito en su obra. Pero tras ellos se escondía algo más que Abelardo aún ni tan siquiera sospechaba... ADELA, LA MUJER DE ABELARDO RUEDA, TOMÓ DIRECCIÓN A EL MONASTERIO DE EL ESCORIAL SIN IMAGINAR LO QUE DESCUBRIRÍA...Aquella visita cambiaría su vida, su destino. Aquel descubrimiento le desvelaría no solo lo improcedente de su comportamiento, también el peligro que corría...