WELLS, BLANCA
Una novela de magia, aventuras y amistad, donde se demuestra que nada se pierde nunca del todo.Todo el mundo sabe que hayun lugar al que van a parar todas las cosas perdidas. Los adultos generalmente no quieren creer que exista y tienden apensar que son los niños quienes se han llevado todo aquello quedesaparece. Por su parte, los niños saben que eso no es cierto. Poreso algunos, los más perspicaces, creen en El lugar de lascosas perdidas, aunque pocas veces opinen que merezca la pena irallí, a no ser que sea por algo realmente importante. Pero lo que Marina y Marcos han perdido es más valioso quecualquier otra cosa en la Tierra. Sin embargo, ninguno delos dos sabe cómo llegar, ni qué es exactamente lo que tienen queencontrar allí. ¿Qué forma tiene la voz de una hermana? ¿Cómo es elcorazón en el que se guardan todos los sentimientos de unpadre?Y, además de las preguntas que ya se hacen, hay otra queni siquiera se les ha pasado por la cabeza: ¿quién custodia Ellugar de las cosas perdidas y qué opinará de que se internen en su