LOPEZ GARCIA, ELENA
Hasta el desarrollo de la biotecnología, el hombre era el sujeto, y la naturaleza era el objeto del dominio técnico. Con la llegada de la técnica biológica el hombre puede ser ahora objetivo directo de sus propios experimentos. Así volvemos a tener presente el prin-cipio moral de que no todo lo que se puede hacer (técnicamente), se debe hacer.
El control genético del ser humano plantea nuevas cuestiones éticas, cuestiones para las que no nos han preparado ni la práctica ni el pensamiento anterior.
La autora no propone una vuelta atrás, propone una invitación a reflexionar críticamente sobre el uso de la ciencia y de la técnica, sobre la elección de sus fines, sobre la preeminencia de ciertos valores morales y quiere recordarnos que ser distinto no significa necesariamente ser mejores o peores, significa ser diferentes. Y las diferencias nos enriquecen.