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La capital de China es Pekín, una gigantesca aglomeración urbana que trata de parecerse cada vez más a las otras grandes y prestigiosas capitales asiáticas. En la última década su fisonomía está cambiando por la construcción de rascacielos y edificios modernos; pero, a diferencia de lo ocurrido en otras ciudades, esto no ha conseguido dejar en segundo plano su zona noble y el encanto de ser la capital de China. Pese a su enorme extensión horizontal propia de una megalópolis y la nueva dimensión vertical que permite vivir y trabajar a millones de personas, Pekín conserva tesoros arquitectónicos y artísticos de gran importancia, fruto de su protagonismo histórico, político y administrativo. Para hacerse una idea de China y su civilización, hay que pasear por Pekín, aunque no sea más que para entender por qué en el imaginario colectivo occidental es un símbolo de exotismo, tal como lo transmitieron a lo largo de los siglos mercaderes, misioneros y viajeros.
Shanghai es una ciudad fluvial, comunicada tanto con el mar como con el interior del país gracias a que gran parte del curso del Yangtze es navegable. Esto ha marcado la fortuna y vicisitudes históricas de la ciudad: ha sido la ´puerta de China´ primero para los piratas japoneses y después para los occidentales.
Shanghai es, ante todo, una ciudad moderna, llena de rascacielos y torres que hablan por sí solos de un país que entra a paso rápido en el siglo XXI. La ciudad es el cuartel general del desarrollo económico chino: es sede de la Bolsa y en ella hay más bancos, industrias, hoteles de lujo, tiendas y oficinas comerciales que en ninguna otra parte del país.
Con su armoniosa mezcla de Chinatown, Manhattan y Los Angeles de Blade Runner, Hong Kong exhibe un skyline más sugerente que el neoyorquino. Los rascacielos, que han sustituido buena parte de las antiguas construcciones y los edificios coloniales, se elevan a una velocidad vertiginosa.
" Esta guía está dividida en cinco secciones que abarcan los aspectos más importantes de la visita a un país como China, el cual ha experimentado un desarrollo vertiginoso en las dos últimas décadas.
En el apartado Una mirada a China, se hace un breve recorrido por la historia de esta ciudad, su densa población, su naturaleza, paisaje y fauna autóctona, así como una mención a aquellos personajes que han pasado a la historia.
En la sección Diez lugares inolvidables, el autor propone como atractivos los diez lugares más destacados de China: Bingmayong, Changcheng, Hong Kong, Lhasa, Lijiang, Mogao Ku, Qingdao, Yangshuo, Yangzi Jian y Zijincheng (la Ciudad Prohibida)
El apartado Lo que hay que ver, comprende cuatro grandes secciones: el norte de China, el este, el sur y por último el noroeste de China y Tibet. Cada una de estas secciones incluyen breves descripciones de los principales puntos de interés de cada una de ellas.
En el apartado titulado Dónde se incluye una amplia selección por localidades de restaurantes, alojamientos, direcciones de museos y monumentos.
Por último, en la sescción Informaciones prácticas se ofrece una exhaustiva información para moverse por China y alrededores, con una lista alfabética de direcciones y teléfonos de interés.
En el interior de la guía se incluyen planos, un índice de calles y un mapa de carreteras. "