ATENEO / NAUCRATIS ATENE
En Náucratis, ciudad de Egipto con una larga tradición cultural griega, nació Ateneo en el siglo II d.C., autor sobre cuya vida poco más sabemos. Imbuido de una amplia erudición e inmerso en la corriente cultural griega conocida como Segunda Sofística, de él ha llegado hasta nosotros el ´Banquete de los eruditos´, en quince libros. En esta obra Ateneo, basándose en el ´Banquete´ de Platón y en las ´Charlas de sobremesa´ de Plutarco, entre otros, reúne en un banquete a veintitrés sabios que, mientras disfrutan de los placeres de la buena mesa, conversan en profundidad sobre los más diversos temas: gramática, medicina, filosofía, música, leyes, zoología, gastronomía, etc. Claro exponente de la literatura miscelánea tan del gusto de la época, el ´Banquete de los eruditos´ encuentra su parangón en la literatura latina en las ´Noches áticas´ de Aulo Gelio. Fuente incomparable de noticias sobre costumbres, alimentos y personajes de la Antigüedad, las numerosas citas textuales que contiene (en muchos casos de escritores ya casi desconocidos en época del autor) convierten el ´Banquete´ en una vía de transmisión inestimable de fragmentos de obras por lo demás irremisiblemente perdidas. El plan de publicación de la obra es el siguiente: volumen 257: Introducción y libros I-II; vol. 258: libros III-V; vol. 349: libros VI-VII; vol. 350: libros VIII-X. Próximamente aparecerán los restantes libros del ´Banquete de los eruditos´.
La traducción, primera completa al español, ha sido llevada a cabo por Lucía Rodríguez-Noriega Guillén, profesora de Filología Griega en la Universidad de Oviedo y Premio Nacional de Traducción en 1999 por los libros I al V.
Ateneo ha convocado a veintitrés sabios, es decir contertulios, que van disertando sobre muy variadas cuestiones: desde los más sabrosos refinamientos de algunas comidas a otros temas no menos curiosos de poética y filosofía. Este texto de quince libros es una mina incomparable de noticias sobre costumbres, alimentos, personajes, fragmentos literarios, etc., es tan extenso que cobra un valor muy singular por esas citas textuales que proceden de un montón de fuentes antiguas. La pintoresca erudición de estos sabios y parleros comensales responde al afán ilustrado de Ateneo en coleccionar citas y anécdotas de los antiguos, con humos y una irrestañable facundia.