AA.VV
En esta época del año, las corrientes cálidas y frías chocan en torno al palacio del rey Tritón. Una gran tempestad asola los mares, y el rey y sus hijas se han encerrado a cal y canto en el castillo. Todas sus hijas menos Ariel, claro, que ha salido a jugar al océano. Cuando Ariel vuelve de su paseo, nadie se da cuenta de que un pequeño y frío remolino se cuela en el palacio.