MANTEGAZZA, GIOVANNA
Había una vez un leñador que tenía siete hijos varones. El más pequeño y despabilado era tan alto como un pulgar y se llamaba Pulgarcito.
La pobreza asoló a la familia y, al no tener nada que comer, el leñador decidió abandonar a sus hijos. Una mañana los llevo al bosque y allí los dejó.